Otra vez despidos y retiros (in)voluntarios de los Olmos/Caló en el Grupo Crónica

Llama la atención como cada vez que se habla de los conflictos en las firmas de comunicación, además del blindaje del resto de medios debido a la maldita «solidaridad empresaria»,  siempre se procura nombrar a unos y a otros no. Esa lógica de creer que «no romper puentes» puede dar buenos resultados nos ha llevado a la sangría que sufrimos todos los trabajadores de prensa. Lo gremios de prensa tenemos que hacer periodismo para desenmascarar estos entuertos ocultos, sino sólo se trata de un voluntarismo banal que no dará resultados en la defensa de nuestros derechos jamás

En este caso en particular, en febrero de 2016 los hermanos Olmos, lugartenientes financieros de los intereses de la Unión Obrera Metalúrgica de Miguel Caló (no de sus trabajadores), potenciaron el vaciamiento de los medios que fueron adquiriendo en particular a partir del desastre que Szposlki y sus accionistas de la AFI (ex SIDE) hicieron en el Grupo 23 (VER). De esa logia proveniente de los servicios de inteligencia (VER) obtuvieron la Revista 23, a la que desaparecieron, y el diario BAE, en donde hicieron despidos masivos y sin piedad. Todos avalados, como siempre, por el Ministerio de Trabajo.

Así fue que en ese febrero dejaron en la calle a 25 compañeros del diario Crónica y Buenos Aires Económico, incluyendo a su comisión gremial interna (VER). En el medio hubo también retiros (in)voluntarios y aprietes de todo tipo con la complicidad de algunos seudoperiodistas que pregonan la igualdad social y las luchas populares para la tribuna pero en la realidad juegan para ellos mismos sobando el lomo de sus patrones.

En el marco del aval que concede el gobierno de la Alianza Cambiemos para que ocurra lo que está pasando por ejemplo en Radio Del Plata, El Mundo, Splendid y Rock & Pop, Rivadavia, todos los medios del holding Indalo, etc, la dupla caloísta volvió al ruedo con más cesantías y la imposición de «retiros voluntarios» compulsivos. En las última horas hubo 2 despidos en diario Crónica, 3 en el diario BAE Negocios, uno en Crónica TV, y otro en el Canal de la Música. Es obvio que la avanzada sobre los colegas va a seguir.

Para entender cómo operan estos hermanos y Caló no olvidemos esta nota de Luis Aguilar para la Izquierda Diario, escrita en diciembre de 2015. La compartimos:

Caló, Olmos y el pacto de hierro

En la última década, la patria metalúrgica ha visto el ascenso de uno de sus hijos pródigos, Antonio Caló. Pero también de los hermanos Olmos, que han montado una red de prestadoras de salud y de medios “oficialistas”. La ruta del dinero. Caló al gobierno, Olmos al poder.

“La cosa se está poniendo fulera” (Lorenzo Miguel, 1927-2002)

Esta historia podría comenzar con otra escena. Octubre de 2002. El país sigue en una profunda crisis económica. La Unión Obrera Metalúrgica también. De los 400 mil afiliados de antaño ahora no alcanzaba los 100 mil. La salud de Lorenzo Miguel también está grave. Una de esas calurosas mañanas de octubre, el “Loro” termina de sellar un acuerdo con el contador (y novel empresario) Raúl Darío Olmos. “Vamos para adelante”.

El acuerdo consistía en separar las cuentas del gremio de las de la Obra Social. Olmos y la UOM crearían dos fideicomisos en la sucursal Plaza de Mayo del Banco Nación. Donington S.A, la firma de Olmos, oficiaría de administradora fiduciaria.

La triangulación del dinero está muy bien descripta en una investigación del periodista Diego Genoud:

 

  •  Desde 2002, Donington percibe todos los meses un 30 por ciento de la recaudación de la UOM: el 10 por ciento se destina a afrontar los créditos del concurso de acreedores y el 20% a la administración central.
  •  La UOM tiene contratadas hace décadas dos pólizas de seguro de vida obligatorio y sepelio con el Instituto de Seguros SA, del histórico Julio Vicente Raele. La recaudación de los seguros de vida y sepelio se realiza cada mes a través del Fideicomiso que la UOM tiene en el Banco Nación.
  •  Según la denuncia de Segundo Pantaleón Córdoba, esos fondos -20% de la recaudación total de la UOM- son transferidos a la cuenta del Instituto, que retribuye la suma de 6.000.000 de pesos en concepto de “salario institucional” de los integrantes del secretariado nacional que encabeza Caló. Esos fondos se repartían hasta 2009 en 14 partes iguales: los 11 miembros del secretariado, Córdoba -hasta que se fue en malos términos del gremio- y dos personas más que no se dan a conocer.
  •  El circuito del dinero parte del seguro de sepelio que pagan los trabajadores metalúrgicos, pasa por el fideicomiso de la UOM, y se reparte, a través del Instituto de Seguros que preside Raele.Con estos datos, que pudo confirmar La Izquierda Diario, las cosas empiezan a quedar un poco más claras. Hay una ruta del dinero. Hay administradores y beneficiarios. Hay porcentajes. Y, según la justicia, también hay “prolijos sobres marrones” para Caló y sus hombres.

    Caló al gobierno, Olmos al poder

    Es difícil entender estas rutas y sociedades sin acercarse a la relación entre el secretario general de la UOM y la CGT Balcarce, y el hoy exitoso empresario Raúl Darío Olmos.

    Al poco tiempo de trabajar en Pirelli, donde conoció a Lorenzo Miguel, Caló se transformaría en asesor del sindicato. En los años 80, las habilidades del “Tano” le permitieron asumir como administrador del histórico Policlínico Central Metalúrgico de calle Yrigoyen. De trampolín en trampolín, Antonio terminaría como secretario de Acción Social a nivel nacional.

    Desde sus despachos de calle Yrigoyen vio pasar la crisis de la OSUOMRA, la obra social metalúrgica. Desde la federalización de los recursos, hasta los primeros acuerdos con las “gerenciadoras de salud”.

    Allí cobraría impulso la relación con el contador Rubén Olmos y su hermano. Allegados al sindicato, primero crearon una gerenciadora de salud que les permitió obtener la cobertura de Mendoza y algunas seccionales bonaerenses. Ese acuerdo se fue extendiendo, hasta que Forjar Salud y las prestadoras del Grupo Olmos pasaron a administrar casi todos los servicios de salud de la UOM y sus 52 seccionales.

    El administrador del Policlínico y los servicios de salud, sin muchos laureles en la historia de la patria metalúrgica pero sentado sobre millonarios recursos, terminaría convirtiéndose en 2004, dos años después de la muerte del Lorenzo, en el capo de la UOM.

    Los hermanos Olmos también tuvieron éxito. Como ya vimos, Donington S.A se encargó de los fondos fiduciarios que administran la recaudación del gremio. Forjar Salud se transformó en la gerenciadora de la OSUOMRA en la mayoría de las seccionales. La principal prestadora de salud es BASA, que tuvo sede en el mismo edificio de la UOM hasta la causa de la mafia de los medicamentos. Luego se mudó a Alsina 440. Forjar recibe además el dinero de la APE (Administración de Fondos Especiales) mediante el cual el gobierno nacional distribuye parte de los millonarios fondos correspondientes a las obras sociales gremiales.

    Mediante las distintas prestadoras que enumeramos en la nota anterior (Basa, Omni Salud, Logimed, Aniva, Global Med y otras) el Grupo Olmos fue construyendo su imperio. Un imperio que excedió la patria metalúrgica y el rubro salud.

    Por ejemplo, el multimedios oficialista que incluye Crónica TV, Crónica diario, BAE, Veintitrés, El Atlántico y productoras televisivas. Sus trabajadores de prensa han denunciado la persecución gremial con despidos y patotas en varios de estos medios.

    Los largos tentáculos del Grupo llegan incluso a Miami, donde tiene inversiones inmobiliarias. Casualmente, administradas por Álvaro Castillo, que también asesora a Segundo Pantaleón Córdoba.

    La patria metalúrgica tiene sede en calle Alsina. Lo que nadie tiene claro es hasta dónde pueden llegar sus negocios.

    En cambio, queda claro que Rubén Olmos es a Antonio Caló lo que Julio Raele era a Lorenzo Miguel.