Según trascendió, la Sala II de Casación anuló un fallo de primera instancia que había rechazado el beneficio para el exmiembro de la Policía Federal, quien cumple una condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad, entre ellos la desaparición forzada del autor de Operación Masacre.
Los camaristas Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma se inclinaron por enviar el fallo nuevamente al tribunal oral federal número cinco para que dicte una nueva sentencia, lo que en los hechos significa que el represor está a un paso de acceder al régimen de salidas transitorias, reflejó el portal Tiempo Argentino.
‘Juan Carlos Fotea se fugó a España de donde años más tarde se logró su extradición. Fue sentenciado en el Tercer Juicio de la ESMA (otrora Escuela de Mécanica de la Armada) a 25 años de cárcel’, señaló en su página en Facebook la hija de Walsh.
En su mensaje, Patricia agregó que ‘se había pedido una condena a perpetua por crímenes de lesa humanidad perpetrados en lo que fue un genocidio. Le dieron 25 años. Ahora, le dan salidas transitorias’. Esto, dijo, se llama construcción de impunidad. Son genocidas, ni olvido ni perdón.
Por su parte Horacio Pietragalla, diputado y uno de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo, pidió desde su cuenta en twitter justicia.
‘Fotea, responsable de la desaparición de Rodolfo Walsh, condenado a 25 años por delitos de lesa humanidad, fue habilitado por casación a hacer salidas transitorias. Queremos una justicia que persiga a los genocidas, no que les otorgue beneficios’, escribió.
Al rechazo por la decisión judicial se unió la parlamentaria Myriam Bregman y Alejandrina Barry, hija de desaparecidos y militante del Centro de Profesionales de los Derechos Humanos, quien también calificó de gran impunidad los beneficios de salidas transitorias al responsable de tantas víctimas.
‘Todos lo sentimos como un ataque a la memoria de nuestros padres. Fotea pertenecía al grupo 33.2 que en el año 1977 asesinaron a mis viejos en Uruguay y me secuestraron a mí, son muchos años peleando contra la impunidad’, señaló la activista por los derechos humanos.
Miembro del grupo de tareas de la ESMA, uno de los mayores centros clandestinos durante la dictadura, Fotea pertenecía al grupo que secuestró a Walsh e intervino también en la desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet y de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor.
Con el regreso de la democracia emigró a España, donde fue detenido en 2005 por orden del entonces juez federal Sergio Torres para responder por las violaciones a los derechos humanos y en 2011 fue sentenciado a 25 años de prisión junto a otros represores.